PRACTICAS SOCIALES DE LENGUAJE
CONCLUSIÓN:
ENSEÑAR LENGUA
DANIEL CASSANY
CATEDRATICO:
MARTÍN HERNAN VICTORÍN PADILLA
ALUMNA:
OLGA MARÍA LÁRRAGA SAURY
ENSEÑAR
LENGUA
DANIEL
CASSANY
Después de haber leído el
libro de Daniel Cassany que lleva por nombre “Enseñar Lengua”, podemos darnos
cuenta de que nos deja grandes aprendizajes y conocimientos, que nos van a
servir en nuestra evolución y formación como futuros docentes, el cual también nos
fortalece la habilidad de leer que habíamos perdido.
En la actualidad los alumnos
no se explican, no entienden lo que leen, cada día hablan peor, solamente se
entienden entre ellos. El aumento del analfabetismo funcional, es decir la
ineptitud que presentan alumnos escolarizados normalmente para resolver
cuestiones elementales relacionadas con la lengua escrita, la estrecha relación
entre dificultades de lenguaje y fracaso escolar, y la observación directa de
jóvenes y adolescentes incapaces de salir airosos de situaciones cotidianas que
implican una cierta elaboración intelectual, tiene que obligarnos a pensar que
hay algo en la escuela que no funciona como debería hacerlo. Sin embargo, es
cierto que cada vez es más difícil enseñar y cada día es más difícil aprender.
La escuela no motiva a los alumnos y desmotiva, cada día más, a los
profesionales de la enseñanza.
Hay muchos maestros de igual
manera que hay muchos médicos, electricistas o bomberos, por ejemplo, que
pronuncian mal uno o más sonidos, que tienen un lenguaje repleto de calcos
léxicos o sintácticos de otra lengua, o que auto limitan su capacidad expresiva
por miedo al error. Hay que tener en cuenta que la enseñanza en general, aún
más en el área de la lengua, ha evolucionado notablemente en los últimos años.
El maestro tiene que guiar
el aprendizaje del alumno, que es quien debe estar verdaderamente activo en el
aula. Por lo contrario, los maestros a menudo tienen la sensación de que cuando
hay más silencio y los alumnos están más quietos es cuando la clase va mejor.
El proceso de aprendizaje requiere que un alumno adquiera las estrategias
necesarias para comprender y emitir en todas sus formas.
La lengua es un vehículo
para aprendizaje y, por lo tanto, que también debe ser aprendida como tal, es
un aspecto importante que la escuela no puede negligir. La actualidad de la
sociedad es pluriracial, pluricultural y plurilingüistica. Las causas que han
llevado a esta situación son numerosas, pero se puede destacar algunas de ellas
con las más habituales.
La escuela debe de ser el
reflejo de la sociedad en que vivimos y debe preparar a los niños para moverse
cómodamente en esta sociedad plural, asi como alejarlos de los estereotipos que
dificultan la natural convivencia entre culturas, razas y lenguas.
Todos los maestros de una
escuela, deben tener una competencia lingüística y una competencia comunicativa
lo bastante amplias como para permitir un alto dominio de la norma estándar
general. Además, en el uso de la lengua, el maestro debe ser consciente de que
es un punto de referencia.
La lengua es comunicación y
específicamente la lengua oral. La comunicación oral es el eje de la vida
social, común a todas las culturas, lo que no sucede con la lengua escrita. La
lengua tiene una dimensión social que la escuela no puede ignorar. La lengua
también es el instrumento mediante el cual organizamos nuestro pensamiento y es
desde esta idea desde donde podemos establecer una relación clara entre mala
estructuración del lenguaje y fracaso escolar. El conocimiento del mundo que
nos rodea y la capacidad de interpretar este mundo es la medida que define el
grado de desarrollo personal que ha adquirido cada individuo.
El contacto lingüístico
entre niños y adultos, sin duda, ha disminuido cuantitativa y cualitativamente.
Por lo tanto, los alumnos de los colegios tienen hoy en día un perfil
lingüístico bastante diferente de los niños y niñas de hace unos años. La
escuela debe de tener muy claro el punto de evolución lingüística de sus
alumnos, en conjunto e individualmente. La escuela ha sido tradicionalmente el
lugar donde los niños han aprendido a leer y escribir. Durante muchos años
estos aprendizajes fueron junto con la doctrina.
Los maestros han programado
de diversas y diferentes formas, según la formación, la experiencia, la época y
las corrientes más o menos de moda. La programación de ciclo es el punto de
confluencia entre la programación general del centro y la programación del
aula. Representa el punto final de la tarea de planificación del claustro y el
punto de partida para el trabajo de maestros de cada ciclo. La programación del
aula es la propuesta fragmentar en unidades de trabajo y temporizada, que tiene
en cuenta todos los elementos necesarios para la intervención directa en el
aula, con un maestro, unos alumnos, un tiempo, espacio, materiales, etc. La
realidad del aula cambia constantemente lo cual nos lleva a decir que el tercer
nivel es el más dinámico, porque necesita revisión y adaptación constante.
La lengua se ha considerado
básicamente como materia de conocimiento, como un conjunto cerrado de
contenidos que hay que analizar, memorizar y aprender.
Conceptos importantes en
enseñanza/aprendizaje de la lengua son los de competencia lingüística,
competencia comunicativa y competencia pragmática.
El objeto fundamental no es
ya aprender gramática, sino conseguir que el alumno pueda comunicarse con la
lengua. De este modo, las clases pasan a ser más activas y participativas; los
alumnos practican los códigos orales y escrito mediante ejercicios reales o
verosímiles de comunicación; se tienen en cuenta las necesidades lingüísticas y
los intereses o motivaciones de los alumnos, que son diferentes y personales. El
uso de la lengua solo puede utilizarse en cuatro formas distintas, según el
papel que tiene el individuo en el proceso de comunicación; o sea, según actúe
como emisor o como receptor, y según si el mensaje sea oral o escrito. Hablar, escuchar, leer y escribir son las
cuatro habilidades que el usuario de una lengua debe dominar para poder
comunicarse con eficacia en todas las situaciones posibles.
La lectura es uno de los
aprendizajes más importantes, indiscutidos e indiscutibles, que proporciona la
escolarización. Desde tiempos pretéritos, cuando la capacidad de descifrar
símbolos era calificada de casi mágica, hasta la actualidad, la alfabetización
se ha considerado siempre una capacidad imprescindible. La alfabetización es la
puerta de entrada a la cultura escrita y a todo lo que ella comporta: una
cierta e importante socialización, conocimientos e informaciones de todo tipo.
La lectura es un instrumento potentísimo de aprendizaje; leyendo libros,
periódicos o papeles podemos aprender cualquiera de las disciplinas del ser
humano.
La enseñanza gramatical se
planteaba el aprendizaje de la lengua de
una manera retórica. Era necesario aprender las reglas de la normativa para
conseguir una expresión oral y escrita modélica, de acuerdo con patrones pocos
flexibles que suponían más cultos. Las gramáticas de las primeras épocas eran
gramáticas preceptivas, herederas de las gramáticas de las gramáticas griegas y
latinas, y su estudio respondía a un afán de pureza. Este tipo de lengua quería
transmitir, conservar e intentar interpretar una enseñanza poco real, ignorando
la diversidad, así evitando los cambios e innovaciones, ya que rechazaban los
usos lingüísticos de la mayoría de la sociedad.
Nosotros como alumnos y
futuros docentes hemos utilizado la palabra texto en muchas ocasiones, pero con
un sentido diferente al que actualmente tiene la lingüística y la didáctica.
Como cuando decía nuestra maestra que íbamos a trabajar en la clase con un
texto, a los cuales ella se refería a un poema, cuento o fragmento narrativo.
En cambio, en la modernidad la palabra texto significa cualquier manifestación
verbal completa que se produzca en una comunicación. Por lo tanto sabemos que
texto es todo tipo de escritos de literatura lo que utilizamos, como las
redacciones, exposiciones y diálogos.
Una palabra muy cercana a
texto y que se utiliza a menudo con un sentido similar, es discurso. En el uso
más coloquial, se refiere a una exposición oral, más o menos formal: un
discurso político. El llamado análisis del discurso es un campo
interdisciplinario de investigación que analiza la lengua tal como se produce
en la realidad.
Las propiedades de un texto
son los requisitos que debe cumplir cualquier manifestación verbal para poder
considerarse un texto y por lo tanto vincular el mensaje en un proceso de
comunicación. Las propiedades de un texto son seis: adecuación, coherencia, cohesión,
gramática o corrección, presentación y estilística. Cada una corresponde con un
nivel de análisis lingüístico o extralingüístico y describe las diversas reglas
que ha de cumplir el texto en aquel nivel. Haciendo que la adecuación sea la
que se encargue del dialecto y del registro; la coherencia de la información o
del contenido; la cohesión, de las conexiones entre las frases; la gramática de
la formación de las frases; la presentación de la ejecución del texto; y la
estilística de los recursos retóricos o literarios utilizados.
El análisis sintáctico es un
tipo de ejercicio tradicional en las clases de lengua. Este libro nos sugiere
que a menudo los procesos de análisis que se exigen a los alumnos inadecuados,
relativamente útiles y, sobre todo, que unos métodos y una terminología
excesivamente complejos pueden resultar un obstáculo infranqueable para
alcanzar la comprensión de las estructuras lingüísticas y, obviamente, su
posterior aplicación práctica.
Para favorecer la relación y
la comunicación entre hablantes diversos, una comunidad genera lo que se llama
variedad estándar. El estándar tiene una función neutralizadora de los rasgos
diferenciales dialectales. Por un lado, el estándar recoge y se forma con los
rasgos lingüísticos más útiles, en general, a toda la comunidad lingüística y
por otro lado es la variedad que utilizan los usuarios cuando se encuentran en
situaciones comunicativas de un nivel de formalidad medio o alto. Todo usuario
de la lengua hace un uso determinado de ella, que tiene afinidades con los
usuarios de su mismo territorio, de su grupo social y de su época y generación.
Se llama idiolecto a la variedad individual de un determinado hablante, según
su origen geográfico, social y generacional y las circunstancias que han ido configurando
los rasgos característicos de su modo de usar la lengua.
Los factores que determinan
las diferencias lingüísticas entre los registros son básicamente los cuatro
factores que podemos diferenciar en una situación comunicativa: el tema, el
canal, el propósito y el nivel de formalidad.
La sociolingüística es una
ciencia interdisciplinaria que se originó en los estados unidos y en Canadá a
principios de los años cincuenta y uno, y que estudia las relaciones mutuas
entre la lengua y sociedad. La sociolingüística se basa en el hecho que los
seres humanos se comunican y producen el lenguaje dentro de un grupo y fija su
atención en la variabilidad de este código verbal condicionada por las circunstancias sociales.
Este concepto ha sido decisivo para las teorías más innovadoras de aprendizaje
de la lengua y para los métodos didácticos más recientes. La sociolingüística y
la sociología del lenguaje suponen un enfoque mucho más amplio del estudio de
la lengua con respecto a los estudios gramaticales que se centran en el código
y en sus reglas de funcionamiento. Esta tiene como campo de estudio todos los
temas relacionados con el uso, las funciones y la situación comunicativa y debe
completar el análisis de las estructuras lingüísticas.
La comunidad lingüística
suele compartir un territorio y una historia, además de ciertos referentes
culturales y de la conciencia de pertenecer a un mismo grupo.
La enseñanza no consiste
evidentemente en la mera transmisión de conocimientos y en la profundización de
contenidos. Es también la transmisión de una serie de valores y normas de
conducta social. Uno de los principales objetivos de la enseñanza general es
conseguir gradualmente lo que la psicología social llama socialización del
alumno, es decir, la creación de actitudes relacionadas con los valores y las
normas sociales de un grupo. De la misma manera la enseñanza de la lengua
transmite y debe transmitir otros elementos además del conocimiento del sistema
de la lengua.
Los usos lingüísticos, los modelos verbales y otros aspectos
relacionados con la lengua y con la normalización lingüística, han sido, son y
serán temas de opinión y de debate en los medios de comunicación en reuniones y
en las propias aulas.
Otra disciplina relacionada
con la lengua es el estudio de la literatura, que tradicionalmente ha sido una
asignatura de los planes de enseñanza. Está a sufrido un fuerte grado de poca
relación con el aprendizaje de habilidades lingüísticas y ha concebido más
importancia a los contenidos históricos que a otros aspectos de igual o mayor
importancia. La lectura de textos completos o fragmentos en clase puede
facilitar el desarrollo de estrategias de comprensión que a través de un
sistema de lectura individual, serán seguramente el resultado de un proceso
mucho más lento.