domingo, 28 de abril de 2013

CONCLUSIÓN: DANIEL CASSANY


EMILIANO ZAPATA, TABASCO A 28 DE ABRIL DEL 2013.

 

PRACTICAS SOCIALES DE LENGUAJE

 

CONCLUSIÓN:

ENSEÑAR LENGUA

DANIEL CASSANY

 

 

CATEDRATICO:

MARTÍN HERNAN VICTORÍN PADILLA

 

ALUMNA:

OLGA MARÍA LÁRRAGA SAURY

 

 

 

ENSEÑAR LENGUA

DANIEL CASSANY

 

Después de haber leído el libro de Daniel Cassany que lleva por nombre “Enseñar Lengua”, podemos darnos cuenta de que nos deja grandes aprendizajes y conocimientos, que nos van a servir en nuestra evolución y formación como futuros docentes, el cual también nos fortalece la habilidad de leer que habíamos perdido.

En la actualidad los alumnos no se explican, no entienden lo que leen, cada día hablan peor, solamente se entienden entre ellos. El aumento del analfabetismo funcional, es decir la ineptitud que presentan alumnos escolarizados normalmente para resolver cuestiones elementales relacionadas con la lengua escrita, la estrecha relación entre dificultades de lenguaje y fracaso escolar, y la observación directa de jóvenes y adolescentes incapaces de salir airosos de situaciones cotidianas que implican una cierta elaboración intelectual, tiene que obligarnos a pensar que hay algo en la escuela que no funciona como debería hacerlo. Sin embargo, es cierto que cada vez es más difícil enseñar y cada día es más difícil aprender. La escuela no motiva a los alumnos y desmotiva, cada día más, a los profesionales de la enseñanza.

Hay muchos maestros de igual manera que hay muchos médicos, electricistas o bomberos, por ejemplo, que pronuncian mal uno o más sonidos, que tienen un lenguaje repleto de calcos léxicos o sintácticos de otra lengua, o que auto limitan su capacidad expresiva por miedo al error. Hay que tener en cuenta que la enseñanza en general, aún más en el área de la lengua, ha evolucionado notablemente en los últimos años.

El maestro tiene que guiar el aprendizaje del alumno, que es quien debe estar verdaderamente activo en el aula. Por lo contrario, los maestros a menudo tienen la sensación de que cuando hay más silencio y los alumnos están más quietos es cuando la clase va mejor. El proceso de aprendizaje requiere que un alumno adquiera las estrategias necesarias para comprender y emitir en todas sus formas.

La lengua es un vehículo para aprendizaje y, por lo tanto, que también debe ser aprendida como tal, es un aspecto importante que la escuela no puede negligir. La actualidad de la sociedad es pluriracial, pluricultural y plurilingüistica. Las causas que han llevado a esta situación son numerosas, pero se puede destacar algunas de ellas con las más habituales.

La escuela debe de ser el reflejo de la sociedad en que vivimos y debe preparar a los niños para moverse cómodamente en esta sociedad plural, asi como alejarlos de los estereotipos que dificultan la natural convivencia entre culturas, razas y lenguas.

Todos los maestros de una escuela, deben tener una competencia lingüística y una competencia comunicativa lo bastante amplias como para permitir un alto dominio de la norma estándar general. Además, en el uso de la lengua, el maestro debe ser consciente de que es un punto de referencia.

La lengua es comunicación y específicamente la lengua oral. La comunicación oral es el eje de la vida social, común a todas las culturas, lo que no sucede con la lengua escrita. La lengua tiene una dimensión social que la escuela no puede ignorar. La lengua también es el instrumento mediante el cual organizamos nuestro pensamiento y es desde esta idea desde donde podemos establecer una relación clara entre mala estructuración del lenguaje y fracaso escolar. El conocimiento del mundo que nos rodea y la capacidad de interpretar este mundo es la medida que define el grado de desarrollo personal que ha adquirido cada individuo.

El contacto lingüístico entre niños y adultos, sin duda, ha disminuido cuantitativa y cualitativamente. Por lo tanto, los alumnos de los colegios tienen hoy en día un perfil lingüístico bastante diferente de los niños y niñas de hace unos años. La escuela debe de tener muy claro el punto de evolución lingüística de sus alumnos, en conjunto e individualmente. La escuela ha sido tradicionalmente el lugar donde los niños han aprendido a leer y escribir. Durante muchos años estos aprendizajes fueron junto con la doctrina.

Los maestros han programado de diversas y diferentes formas, según la formación, la experiencia, la época y las corrientes más o menos de moda. La programación de ciclo es el punto de confluencia entre la programación general del centro y la programación del aula. Representa el punto final de la tarea de planificación del claustro y el punto de partida para el trabajo de maestros de cada ciclo. La programación del aula es la propuesta fragmentar en unidades de trabajo y temporizada, que tiene en cuenta todos los elementos necesarios para la intervención directa en el aula, con un maestro, unos alumnos, un tiempo, espacio, materiales, etc. La realidad del aula cambia constantemente lo cual nos lleva a decir que el tercer nivel es el más dinámico, porque necesita revisión y adaptación constante.

La lengua se ha considerado básicamente como materia de conocimiento, como un conjunto cerrado de contenidos que hay que analizar, memorizar y aprender.

Conceptos importantes en enseñanza/aprendizaje de la lengua son los de competencia lingüística, competencia comunicativa y competencia pragmática.

El objeto fundamental no es ya aprender gramática, sino conseguir que el alumno pueda comunicarse con la lengua. De este modo, las clases pasan a ser más activas y participativas; los alumnos practican los códigos orales y escrito mediante ejercicios reales o verosímiles de comunicación; se tienen en cuenta las necesidades lingüísticas y los intereses o motivaciones de los alumnos, que son diferentes y personales. El uso de la lengua solo puede utilizarse en cuatro formas distintas, según el papel que tiene el individuo en el proceso de comunicación; o sea, según actúe como emisor o como receptor, y según si el mensaje sea oral o escrito.  Hablar, escuchar, leer y escribir son las cuatro habilidades que el usuario de una lengua debe dominar para poder comunicarse con eficacia en todas las situaciones posibles.

La lectura es uno de los aprendizajes más importantes, indiscutidos e indiscutibles, que proporciona la escolarización. Desde tiempos pretéritos, cuando la capacidad de descifrar símbolos era calificada de casi mágica, hasta la actualidad, la alfabetización se ha considerado siempre una capacidad imprescindible. La alfabetización es la puerta de entrada a la cultura escrita y a todo lo que ella comporta: una cierta e importante socialización, conocimientos e informaciones de todo tipo. La lectura es un instrumento potentísimo de aprendizaje; leyendo libros, periódicos o papeles podemos aprender cualquiera de las disciplinas del ser humano.

La enseñanza gramatical se planteaba el aprendizaje de la lengua  de una manera retórica. Era necesario aprender las reglas de la normativa para conseguir una expresión oral y escrita modélica, de acuerdo con patrones pocos flexibles que suponían más cultos. Las gramáticas de las primeras épocas eran gramáticas preceptivas, herederas de las gramáticas de las gramáticas griegas y latinas, y su estudio respondía a un afán de pureza. Este tipo de lengua quería transmitir, conservar e intentar interpretar una enseñanza poco real, ignorando la diversidad, así evitando los cambios e innovaciones, ya que rechazaban los usos lingüísticos de la mayoría de la sociedad.

Nosotros como alumnos y futuros docentes hemos utilizado la palabra texto en muchas ocasiones, pero con un sentido diferente al que actualmente tiene la lingüística y la didáctica. Como cuando decía nuestra maestra que íbamos a trabajar en la clase con un texto, a los cuales ella se refería a un poema, cuento o fragmento narrativo. En cambio, en la modernidad la palabra texto significa cualquier manifestación verbal completa que se produzca en una comunicación. Por lo tanto sabemos que texto es todo tipo de escritos de literatura lo que utilizamos, como las redacciones, exposiciones y diálogos.

Una palabra muy cercana a texto y que se utiliza a menudo con un sentido similar, es discurso. En el uso más coloquial, se refiere a una exposición oral, más o menos formal: un discurso político. El llamado análisis del discurso es un campo interdisciplinario de investigación que analiza la lengua tal como se produce en la realidad.

Las propiedades de un texto son los requisitos que debe cumplir cualquier manifestación verbal para poder considerarse un texto y por lo tanto vincular el mensaje en un proceso de comunicación. Las propiedades de un texto son seis: adecuación, coherencia, cohesión, gramática o corrección, presentación y estilística. Cada una corresponde con un nivel de análisis lingüístico o extralingüístico y describe las diversas reglas que ha de cumplir el texto en aquel nivel. Haciendo que la adecuación sea la que se encargue del dialecto y del registro; la coherencia de la información o del contenido; la cohesión, de las conexiones entre las frases; la gramática de la formación de las frases; la presentación de la ejecución del texto; y la estilística de los recursos retóricos o literarios utilizados.

El análisis sintáctico es un tipo de ejercicio tradicional en las clases de lengua. Este libro nos sugiere que a menudo los procesos de análisis que se exigen a los alumnos inadecuados, relativamente útiles y, sobre todo, que unos métodos y una terminología excesivamente complejos pueden resultar un obstáculo infranqueable para alcanzar la comprensión de las estructuras lingüísticas y, obviamente, su posterior aplicación práctica.

Para favorecer la relación y la comunicación entre hablantes diversos, una comunidad genera lo que se llama variedad estándar. El estándar tiene una función neutralizadora de los rasgos diferenciales dialectales. Por un lado, el estándar recoge y se forma con los rasgos lingüísticos más útiles, en general, a toda la comunidad lingüística y por otro lado es la variedad que utilizan los usuarios cuando se encuentran en situaciones comunicativas de un nivel de formalidad medio o alto. Todo usuario de la lengua hace un uso determinado de ella, que tiene afinidades con los usuarios de su mismo territorio, de su grupo social y de su época y generación. Se llama idiolecto a la variedad individual de un determinado hablante, según su origen geográfico, social y generacional y las circunstancias que han ido configurando los rasgos característicos de su modo de usar la lengua.

Los factores que determinan las diferencias lingüísticas entre los registros son básicamente los cuatro factores que podemos diferenciar en una situación comunicativa: el tema, el canal, el propósito y el nivel de formalidad.

La sociolingüística es una ciencia interdisciplinaria que se originó en los estados unidos y en Canadá a principios de los años cincuenta y uno, y que estudia las relaciones mutuas entre la lengua y sociedad. La sociolingüística se basa en el hecho que los seres humanos se comunican y producen el lenguaje dentro de un grupo y fija su atención en la variabilidad de este código verbal  condicionada por las circunstancias sociales. Este concepto ha sido decisivo para las teorías más innovadoras de aprendizaje de la lengua y para los métodos didácticos más recientes. La sociolingüística y la sociología del lenguaje suponen un enfoque mucho más amplio del estudio de la lengua con respecto a los estudios gramaticales que se centran en el código y en sus reglas de funcionamiento. Esta tiene como campo de estudio todos los temas relacionados con el uso, las funciones y la situación comunicativa y debe completar el análisis de las estructuras lingüísticas.

La comunidad lingüística suele compartir un territorio y una historia, además de ciertos referentes culturales y de la conciencia de pertenecer a un mismo grupo.

La enseñanza no consiste evidentemente en la mera transmisión de conocimientos y en la profundización de contenidos. Es también la transmisión de una serie de valores y normas de conducta social. Uno de los principales objetivos de la enseñanza general es conseguir gradualmente lo que la psicología social llama socialización del alumno, es decir, la creación de actitudes relacionadas con los valores y las normas sociales de un grupo. De la misma manera la enseñanza de la lengua transmite y debe transmitir otros elementos además del conocimiento del sistema de la lengua.

Los usos lingüísticos,  los modelos verbales y otros aspectos relacionados con la lengua y con la normalización lingüística, han sido, son y serán temas de opinión y de debate en los medios de comunicación en reuniones y en las propias aulas.

Otra disciplina relacionada con la lengua es el estudio de la literatura, que tradicionalmente ha sido una asignatura de los planes de enseñanza. Está a sufrido un fuerte grado de poca relación con el aprendizaje de habilidades lingüísticas y ha concebido más importancia a los contenidos históricos que a otros aspectos de igual o mayor importancia. La lectura de textos completos o fragmentos en clase puede facilitar el desarrollo de estrategias de comprensión que a través de un sistema de lectura individual, serán seguramente el resultado de un proceso mucho más lento.

viernes, 26 de abril de 2013

DANIEL CASSANY: CAPITULO OCHO


EMILIANO ZAPATA, TABASCO A 26 DE ABRIL DEL 2013.

 

PRACTICAS SOCIALES DE LENGUAJE

 

CONTROL DE LECTURA:

EQUIPO #4

CAPITULO 8

ENSEÑAR LENGUA: DANIEL CASSANY

 

CATEDRATICO:

MARTÍN HERNAN VICTORÍN PADILLA

 

ALUMNA:

OLGA MARÍA LÁRRAGA SAURY

 

 

 

ENSEÑAR LENGUA

DANIEL CASSANY

 

Una lengua es la manifestación concreta que adopta en cada comunidad la capacidad humana de la lengua. En este sentido es el que permite la comunicación entre los miembros de esta comunidad, un signo de adscripción social que es de pertenencia a un grupo humano determinado. Este fenómeno configura conjuntos humanos que reciben el nombre de comunidad lingüística que es un grupo de personas que utiliza la misma lengua y que, normalmente, está vinculado a un entorno geográfico y a un contexto histórico, social y cultural. Los miembros de una comunidad lingüística comparten muchas más cosas además de la lengua: una manera de ver el mundo, una organización social, un espacio, un devenir a lo largo de la historia etc. La enseñanza de la lengua no puede ignorar su dimensión eminentemente social. Las personas son seres sociales en tanto que se relacionan con las demás personas y la lengua es el principal medio de relación social. Por lo tanto, las programaciones de lengua deberán incluir aspectos relacionados con las ciencias sociales como la sociolingüística, la historia, la dialectología, la literatura, etc.

Un enfoque de este tipo favorece de manera muy especial los componentes actitudinales del aprendizaje y uso de la lengua, ya que fomenta el respeto hacia todas las comunidades. Es también un factor motivador del aprendizaje de la lengua, porque relaciona los conocimientos lingüísticos con los conocimientos sobre otras personas y sobre otras realidades. No todos los hablantes de una lengua presentan la misma realización práctica del código lingüístico que comparten, es decir, no usan la lengua de la misma manera. Los textos que producen presentan rasgos que lo diferencian por varias cosas. La diversidad lingüística depende básicamente de dos factores: el origen de los usuarios y la situación de comunicación.

Para favorecer la relación y la comunicación entre hablantes diversos, una comunidad genera lo que se llama variedad estándar. El estándar tiene una función neutralizadora de los rasgos diferenciales dialectales. Por un lado, el estándar recoge y se forma con los rasgos lingüísticos más útiles, en general, a toda la comunidad lingüística y por otro lado es la variedad que utilizan los usuarios cuando se encuentran en situaciones comunicativas de un nivel de formalidad medio o alto. Todo usuario de la lengua hace un uso determinado de ella, que tiene afinidades con los usuarios de su mismo territorio, de su grupo social y de su época y generación. Se llama idiolecto a la variedad individual de un determinado hablante, según su origen geográfico, social y generacional y las circunstancias que han ido configurando los rasgos característicos de su modo de usar la lengua.

Los factores que determinan las diferencias lingüísticas entre los registros son básicamente los cuatro factores que podemos diferenciar en una situación comunicativa: el tema, el canal, el propósito y el nivel de formalidad.

El canal de comunicación es el medio a través del cual nos comunicamos, se suelen distinguir dos canales básicos para el lenguaje verbal: el canal escrito y el canal oral. Generalmente la lengua oral es más espontánea y menos controlada que la lengua escrita. De la misma manera podemos distinguir entre grados de espontaneidad dentro de cada uno de los canales.

La sociolingüística es una ciencia interdisciplinaria que se originó en los estados unidos y en Canadá a principios de los años cincuenta y uno, y que estudia las relaciones mutuas entre la lengua y sociedad. La sociolingüística se basa en el hecho que los seres humanos se comunican y producen el lenguaje dentro de un grupo y fija su atención en la variabilidad de este código verbal  condicionada por las circunstancias sociales. Este concepto ha sido decisivo para las teorías más innovadoras de aprendizaje de la lengua y para los métodos didácticos más recientes.

La sociolingüística y la sociología del lenguaje suponen un enfoque mucho más amplio del estudio de la lengua con respecto a los estudios gramaticales que se centran en el código y en sus reglas de funcionamiento. Esta tiene como campo de estudio todos los temas relacionados con el uso, las funciones y la situación comunicativa y debe completar el análisis de las estructuras lingüísticas.

La comunidad lingüística suele compartir un territorio y una historia, además de ciertos referentes culturales y de la conciencia de pertenecer a un mismo grupo.

la enseñanza no consiste evidentemente en la mera transmisión de conocimientos y en la profundización de contenidos. Es también la transmisión de una serie de valores y normas de conducta social. Uno de los principales objetivos de la enseñanza general es conseguir gradualmente lo que la psicología social llama socialización del alumno, es decir, la creación de actitudes relacionadas con los valores y las normas sociales de un grupo. De la misma manera la enseñanza de la lengua transmite y debe transmitir otros elementos además del conocimiento del sistema de la lengua.

Los usos lingüísticos,  los modelos verbales y otros aspectos relacionados con la lengua y con la normalización lingüística, han sido, son y serán temas de opinión y de debate en los medios de comunicación en reuniones y en las propias aulas.

Un prejuicio lingüístico es el resultado de una valoración emotiva sobre un hecho del que se tiene información escasa o errónea. Es evidente que no hay ningún criterio lingüístico que otorga a una determinada manera de hablar más validez que a otra, pero se puede probar a menudo que se valoran las diversas maneras de hablar. Ya que la opinión pública por un lado perpetúa visiones de etapas en las que los métodos científicos eran casi desconocidos y sobre todo porque a veces esta opinión publica esconde varios intereses.

Otra disciplina relacionada con la lengua es el estudio de la literatura, que tradicionalmente ha sido una asignatura de los planes de enseñanza. Está a sufrido un fuerte grado de poca relación con el aprendizaje de habilidades lingüísticas y ha concebido más importancia a los contenidos históricos que a otros aspectos de igual o mayor importancia. La lectura de textos completos o fragmentos en clase puede facilitar el desarrollo de estrategias de comprensión que a través de un sistema de lectura individual, serán seguramente el resultado de un proceso mucho más lento. La lectura conjunta y comentada facilita en gran medida la agilidad para relacionar los elementos textuales entre sí y con elementos contextuales.

martes, 23 de abril de 2013

DANIEL CASSANY: CONTROL DE LECTURA


EMILIANO ZAPATA, TABASCO A 23 DE ABRIL DEL 2013.

 

PRACTICAS SOCIALES DE LENGUAJE

 

CONTROL DE LECTURA:

EQUIPO #3

CAPITULO 7

ENSEÑAR LENGUA: DANIEL CASSANY

 

CATEDRATICO:

MARTÍN HERNAN VICTORÍN PADILLA

 

ALUMNA:

OLGA MARÍA LÁRRAGA SAURY

 

 

 

ENSEÑAR LENGUA

DANIEL CASSANY

 

Enfoques en la enseñanza de la lengua

 

La enseñanza gramatical se planteaba el aprendizaje de la lengua  de una manera retórica. Era necesario aprender las reglas de la normativa para conseguir una expresión oral y escrita modélica, de acuerdo con patrones pocos flexibles que suponían más cultos. Las gramáticas de las primeras épocas eran gramáticas preceptivas, herederas de las gramáticas de las gramáticas griegas y latinas, y su estudio respondía a un afán de pureza. Este tipo de lengua quería transmitir, conservar e intentar interpretar una enseñanza poco real, ignorando la diversidad, así evitando los cambios e innovaciones, ya que rechazaban los usos lingüísticos de la mayoría de la sociedad.

El método audiolingual supone también un aprovechamiento de los recursos tecnológicos como grabaciones de audio y video que culmina en la creación de los laboratorios de lenguas como espacios didácticos.

Los enfoques comunicativos de los años setenta van más allá en la importancia del uso de la lengua en situación. Son fruto de la influencia de psicología cognitiva, del conductismo y del mentalismo chomskiano en cuanto a la teoría del aprendizaje de la lengua. Se fundamentan en la función comunicativa y social del lenguaje, las aportaciones de la pragmática y de la sociología. Además, aportan descripciones lingüísticas nocionales funcionales muy exhaustivas y útiles para la definición de programas didácticos.  

Los avances de la ciencia, la tecnología, la psicología, la pedagogía, etc. Han ido aportando nuevos elementos para los diversos enfoques del aprendizaje verbal. Los estudios lingüísticos también han ido determinando el objeto de estudio de la enseñanza de la lengua.

La teoría lingüística tiene como objetivo describir el funcionamiento de las unidades lingüísticas, construir un cuerpo teórico. En cambio, la lingüística aplicada a la enseñanza se propone descubrir los métodos más eficaces para activar y mejorar el conocimiento y la capacidad verbales de los aprendices.

 

Los diversos métodos o enfoques didácticos para el aprendizaje de lenguas dependen, sobre todo, de la concepción que se tenga de:

®    La naturaleza del lenguaje.

®    Las teorías del aprendizaje

®    Las teorías del aprendizaje lingüístico

®    La definición de objetivos

®    Los procedimientos didácticos

El estructuralismo se propuso cambiar y renovar la lengua para que nosotros supiéramos que es lo que se quería decir tal como es. Esta es ahora la estructura verbal  y sus relaciones, pero no los criterios de corrección o la normativa.

Las gramáticas generativas se inician con la obra Chomsky y actualmente todavía se encuentran en fase de desarrollo y discusión. A pesar de las innovaciones que introdujo el generativismo no ha cuajado en ningún método didáctico nuevo. El mentalismo pone en duda la concepción conductista del aprendizaje, basada en la correlación de estímulo con respuesta.

Nosotros como alumnos y futuros docentes hemos utilizado la palabra texto en muchas ocasiones, pero con un sentido diferente al que actualmente tiene la lingüística y la didáctica. Como cuando decía nuestra maestra que íbamos a trabajar en la clase con un texto, a los cuales ella se refería a un poema, cuento o fragmento narrativo. En cambio, en la modernidad la palabra texto significa cualquier manifestación verbal completa que se produzca en una comunicación. Por lo tanto sabemos que texto es todo tipo de escritos de literatura lo que utilizamos, como las redacciones, exposiciones y diálogos.

Una palabra muy cercana a texto y que se utiliza a menudo con un sentido similar, es discurso. En el uso más coloquial, se refiere a una exposición oral, más o menos formal: un discurso político. El llamado análisis del discurso es un campo interdisciplinario de investigación que analiza la lengua tal como se produce en la realidad.

Las propiedades de un texto son los requisitos que debe cumplir cualquier manifestación verbal para poder considerarse un texto y por lo tanto vincular el mensaje en un proceso de comunicación. Las propiedades de un texto son seis: adecuación, coherencia, cohesión, gramática o corrección, presentación y estilística. Cada una corresponde con un nivel de análisis lingüístico o extralingüístico y describe las diversas reglas que ha de cumplir el texto en aquel nivel. Haciendo que la adecuación sea la que se encargue del dialecto y del registro; la coherencia de la información o del contenido; la cohesión, de las conexiones entre las frases; la gramática de la formación de las frases; la presentación de la ejecución del texto; y la estilística de los recursos retóricos o literarios utilizados.

El análisis sintáctico es un tipo de ejercicio tradicional en las clases de lengua. Este libro nos sugiere que a menudo los procesos de análisis que se exigen a los alumnos inadecuados, relativamente útiles y, sobre todo, que unos métodos y una terminología excesivamente complejos pueden resultar un obstáculo infranqueable para alcanzar la comprensión de las estructuras lingüísticas y, obviamente, su posterior aplicación práctica.

La morfología y la sintaxis es lo primordial en la gramática. Si el léxico nos proporciona las piezas de la comunicación, y la pronunciación y la ortografía nos ofrecen su imagen visual y sonora, la morfosintaxis establece las reglas estructurales del juego, nos indica cómo hay que usarlas; por eso lo que se entiende principalmente por gramática es morfosintaxis, y de aquí que hayamos preferido titular así este apartado.

 

martes, 16 de abril de 2013

LEER Y ESCRIBIR EN LA ESCUELA


LEER Y ESCRIBIR EN LA ESCUELA

LO REAL, LO POSIBLE Y LO NECESARIO

DELIA LERNER

 

Leer y escribir es una tarea ineludible.

Enseñar a leer y escribir es un desafío que trasciende ampliamente la alfabetización en sentido estricto. El desafío que hoy enfrenta la escuela es el de incorporar a todos los alumnos a la cultura de lo escrito, es el de lograr que todos sus exalumnos lleguen a ser miembros plenos de la comunidad de lectores y escritores.

Participar en la cultura escrita supone apropiarse de una tradición de lectura y escritura, supone asumir una herencia cultural que involucra el ejercicio de diversas operaciones con los textos y la puesta en acción de conocimientos sobre las relaciones entre los textos.

Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de lectores que acuden a los textos buscando respuesta para los problemas que se necesiten resolver, tratando de encontrar información para comprender mejor algún aspecto del mundo que es objeto de preocupaciones, buscando argumentos para defender una posición con la que están comprometidos.

Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de escritores que produzcan sus propios textos para dar a conocer sus ideas, para informar sobre hechos que los destinatarios necesitan o deben conocer, para incitar a sus lectores a emprender acciones que consideren valiosas, para convencerlos de la validez de los puntos de vista o las propuestas que intentan promover, para protestar o reclamar, para para compartir con los demás una bella frase o un buen escrito, para integrar o hacer reír.

Lo necesario es hacer de la escuela un ámbito donde lectura y escritura sean practicas vivas y vitales, donde leer y escribir sean instrumentos poderosos que permitan reorganizar el propio pensamiento, donde interpreten y produzcan textos que sean legítimos de ejercer y responsabilidades que es necesario asumir.

Lo real es que llevar a la práctica lo necesario es una tarea difícil para la escuela. Conocer las dificultades y comprender en qué medida se derivan de necesidades legitimas de la institución escolar constituyen pasos indispensables para construir alternativas que permitan superarlas.

La tarea es difícil porque:

1.- La escolarización de las prácticas de lectura y escritura plantea arduos problemas.

2.-  Los propósitos que se persiguen en la escuela al leer y escribir son diferentes de los que orientan la lectura y la escritura fuera de ella.

3.- La inevitable distribución de los contenidos en el tiempo puede conducir a parcelar el objeto de enseñanza.

4.- La necesidad institucional de controlar el aprendizaje lleva a poner en primer plano solo los aspectos más accesibles a la evaluación.

5.- La manera en que se distribuyen los derechos y obligaciones entre el maestro y los alumnos determinan cuales son los conocimientos y estrategias que los niños tienen o no tienen oportunidad de ejercer y, por tanto, cuales podrán o no podrán aprender.

Por ser prácticas, la lectura y la escritura presentan rasgos que obstaculizan su escolarización a diferencia de los saberes típicamente escolarizables, estas prácticas son totalidades indisociables, que ofrecen resistencia tanto al análisis como a la programación secuencial.

Por otra parte se trata de prácticas sociales que históricamente han sido y en cierta medida siguen siendo patrimonio de ciertos grupos sociales más de otros. Intentar practicas aristocráticas como la lectura y la escritura se instauren en la escuela supone enfrentar la tensión existente en la institución escolar entre la tendencia al cambio y la tendencia a la conservación entre la función explicita de democratizar el conocimiento y la función implícita de reproducir el orden social establecido.

La responsabilidad social asumida por la escuela genera una fuerte necesidad de control: la institución necesita conocer los resultados de su accionar, necesita evaluar los aprendizajes. Esta necesidad suele tener consecuencias indeseadas: como se intenta ejercer un control exhaustivo sobre el aprendizaje de la lectura en voz alta: como lo más accesible a la evaluación es aquello que puede calificarse como correcto o incorrecto, la ortografía de las palabras ocupa en la enseñanza un lugar más importante que otros problemas más complejos involucrados en el proceso de escritura. Es así como la enseñanza pone en primer plano ciertos aspectos en detrimento de otros que serían prioritarios para formar a los alumnos como lectores y escritores, pero que son menos controlables. Se plantea pues, inadvertidamente, un conflicto de interés entre la enseñanza y el control.

El desafío es formar prácticamente de la lectura y la escritura y ya no solo sujetos que puedan descifrar el sistema de escritura. Es formar lectores que sabrán elegir el material escrito adecuado para buscar la solución de problemas que deben enfrentar y no solo alumnos capaces de oralizar un texto seleccionado por otro. Es formar seres humanos críticos, capaces de leer entre líneas y de asumir una posición propia frente a la sostenida explicita o implícitamente por los autores de los textos con los que interactúan en lugar de persistir en formar individuos dependiendo de la letra del texto y de la autoridad de otros.

El desafío es formar personas deseosas de adentrarse en los otros mundos posibles que la literatura nos ofrece dispuestas a identificarse con lo parecido o solidarizarse con lo diferente y capaces de apreciar la calidad literaria. Asumir este desafío significa abandonar las actividades mecánicas de sentido que llevan a los niños a alejarse de la lectura por considerarla una mera obligación escolar, significa también incorporar situaciones donde leer determinados materiales resulte imprescindible para el desarrollo de los proyectos que se estén llevando a cabo o bien produzca el placer que es inherente al contacto con textos verdaderos y valiosos.

El desafío es que la escritura deje de ser en la escuela un objeto de evaluación para constituirse realmente en un objeto de enseñanza, es hacer posible que todos los alumnos se a propicien de la escritura y la pongan en práctica sabiendo que es un largo y complejo proceso constituido por operaciones recursivas de planificación, textualización y revisión.

Si la actualización siempre es necesaria para todo profesional, lo es aún más en el caso de los docentes latinoamericanos de hoy, esta se sustenta en razones diversas: el cambio radical de perspectiva que ha tenido lugar en los últimos veinte años en relación con la alfabetización no ha tenido suficiente eco en las instituciones formadoras de maestros, la función total del docente está sufriendo un proceso de desvalorización sin precedentes.

Al elaborar documentos curriculares, se recorre un itinerario problemático. Antes de analizar los problemas que es necesario enfrentar y las soluciones que es posible ir construyendo a medida que se avanza en ese recorrido, conviene explicitar algunas ideas esenciales que subyacen a la perspectiva curricular.

Elaborar documentos curriculares es un fuerte desafío porque, además de las dificultades involucradas en todo trabajo didáctico, es necesario asumir la responsabilidad de la prescripción. Los documentos curriculares adquieren un carácter prescriptivo, aun cuando sus autores no lo deseen y aun cuando la institución en la cual se están produciendo conciba la elaboración de curricular como un proceso que requiere muchas interacciones con la práctica y muchas correcciones, que no desemboca rápidamente en la producción de documentos definitivos. Supone además tomar decisiones que afectaran a muchas escuelas. Hacer propuestas que se llevaran a la practica en instituciones muy diversas plantea problemas diferentes de los que se presentan al orientar el trabajo de una escuela o de un aula particular.

Leer es adentrarse en otros mundos posibles. Es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir una postura crítica frente a lo que se dice y lo que se quiere decir, es sacar carta de ciudadanía en el mundo de la cultura escrita.

La desnaturalización que la lectura sufre en la escuela ha sido puesta en evidencia en forma irrefutable.

En la escuela la lectura es ante todo un objeto de enseñanza. Para que se constituya también en un objeto de aprendizaje, es necesario que tenga sentido desde el punto de vista del alumno, lo cual significa representar en la escuela los diversos usos que ella tiene en la vida social.

En consecuencia, cada situación de la lectura responderá a un doble propósito. Por una parte, un propósito didáctico: enseña ciertos contenidos constitutivos de la práctica social de la lectura con el objeto de que el alumno pueda reutilizarlos en el futuro, en situaciones no didácticas. Por otra parte, un propósito comunicativo relevante desde la perspectiva actual del alumno.

Diferentes modalidades de lectura pueden utilizarse, en distintas situaciones, frente a un mismo tipo de texto: un mismo material informativo-científico puede ser leído para obtener una información global, para buscar un dato específico o para profundizar un aspecto determinado del tema sobre el que se está escribiendo.

El tiempo es u factor de peso e la institución escolar: siempre es escaso en relación con la cantidad de contenidos fijados en el programa, nunca es suficiente para comunicar a los niños todo lo que desearíamos enseñarles en cada año escolar.

Cuando se opta por los objetivos de estudio en toda su complejidad y por reconocer que el aprendizaje progresa a través de sucesivas organizaciones del conocimiento, el problema de la distribución del tiempo deja de ser simplemente cuantitativo: no se trata solo de aumentar el tiempo o de reducir los contenidos, se trata de producir un cambio cualitativo en la utilización del tiempo didáctico.

Crear estas condiciones requiere poner en acción diferentes modalidades organizativas: proyectos, actividades habituales, secuencias de situaciones y actividades independientes coexisten y se articulan a lo largo del año escolar.

Afirmar que el conocimiento didáctico tiene un lugar central en la capacitación de los maestros es correr el riesgo de explicitar lo que no requiere ser explicado, es quizás incurrir en una redundancia injustificada.

Saber que los problemas que los maestros enfrentan día a día en el aula están vinculados a la enseñanza o al aprendizaje escolar de contenidos determinados no fue suficiente para deducir inmediatamente que los conocimientos más relevantes para ellos son precisamente aquellos que contribuyen a resolver esos problemas, es decir, los conocimientos didácticos.

Aunque la transformación producida en el proceso de capacitación fue importante, también lo fue la conservación de aquellas situaciones que habían sido evaluadas como productivas y que se orientaban ya hacia la construcción de conocimientos didácticos por parte de los maestros.