Ana María Kaufman
María Elena Rodriguez
No
existe una única tipología, sistemática y explicita. Estas tipologías reflejan
en mayor o menor medida nuestras propias intuiciones como hablantes/oyentes de
una lengua.
La
necesidad de establecer tipologías claras y concisas obedece, fundamentalmente,
a la intención de facilitar la producción y la interpretación de todos los
textos que circulan en un determinado entorno social.
Ante
la existencia de distintos tipos de textos como lo son los periodísticos, las
noticias, artículos de opinión, crónicas columnas, entrevistas, textos
literarios como lo son los cuentos, los poemas, las novelas, las obras de
teatro por estas se construyeron tres momento, cuyos resultados son los
siguientes: Selección
de aquellos textos que aparecen con mayor frecuencia en la realidad social y
escolar. Búsqueda
de criterios de clasificación validos para un ordenamiento coherente y
operativo de los textos seleccionados.
Caracterización
lingüística simple de los distintos
tipos de texto, con los rasgos de mayor relevancia de cada uno de ellos, tanto
en el nivel oracional como en el textual.
Los
textos manifiestan las diferentes intenciones del emisor: buscan informar,
convencer, seducir, entretener, sugerir estados de ánimo. Es posible
categorizar los textos teniendo en cuenta la función del lenguaje que predomina
en ellos. Los textos nunca se construyen en torno a una única función del
lenguaje, siempre manifiestan todas las funciones, pero privilegian una.
Una
de las funciones más importantes que cumplen los textos usados en el entorno
escolar es la función de informar, la de hacer conocer el mundo real, posible o
imaginado al cual se refiere el texto, con un lenguaje conciso y transparente.
Los textos con predominio de la función literaria del lenguaje tienen una
intencionalidad estética. La interpretación del texto literario obliga al
lector a desentrañar el alcance y la significación de los distintos recursos
usados y su incidencia en la funcionalidad estética del texto.
Los
textos que privilegian la función apelativa del lenguaje intentan modificar
comportamientos. Pueden incluir desde las ordenes más contundentes hasta las
formulas de cortesía y los recursos de seducción más sutiles para llevar al
receptor a aceptar lo que el autor le propone, a actuar de una determinada
manera, a admitir como verdaderas sus premisas.
Los
textos en los cuales predomina la función expresiva del lenguaje manifiestan la
subjetividad del emisor, sus estados de ánimo, sus efectos, sus emociones. En
estos textos se advierte una marcada tendencia a incluir palabras teñidas con
matices afectivos y valorativos.
Los
textos en los cuales predomina la trama narrativa presentan hechos o acciones
en una secuencia temporal y causal. También es importante la distinción entre
el autor y el narrador, es decir, la voz que relata dentro de textos.
Los
textos con trama argumentativa comentan, explican, demuestran o confrontan
ideas, conocimientos, opiniones, creencias o valoraciones. Se organizan en tres
partes: una introducción en la que se presenta el tema, la problemática o se
fija una posición; un desarrollo, a través del cual se encadenan informaciones
mediante el empleo, en estructuras subordinadas, de los conectores lingüísticos
requeridos por los diferentes esquemas lógicos o cognoscitivos y una
conclusión.
Los
textos de trama descriptiva son todos aquellos que presentan, preferentemente,
las especificaciones y caracterizaciones de objetos, personas o procesos a
través de una selección de sus rasgos distintivos.
En la
trama conversacional aparece, en estilo directo, la interacción lingüística que
se establece entre los distintos participantes de una situación comunicativa,
quienes deben ajustarse a un turno de palabra.
Los
textos epistolares buscan establecer una comunicación por escrito con un
destinatario ausente, el cual aparece identificado en el texto a través del
encabezamiento. Estos textos reconocen como portador a ese trozo de papel que
se denomina carta en relación a las características que contiene el texto.
Presentan
una estructura que se refleja claramente en su organismo espacial, cuyos
componentes son: el encabezado, que consigna el lugar y el tiempo de la
producción, los datos del destinatario y la formula de tratamiento empleada
para establecer el contacto; el cuerpo, parte del texto en donde se desarrolla
el mensaje, y la despedida, que incluye el saludo y la firma, a través de la
cual se introduce el autor en el texto.
Los
autores de este libro se proponen romper con esquemas tradicionales y
mecanicistas mediante la incorporación en el aula de los textos del entorno
social.