lunes, 17 de junio de 2013

La Escuela y los Textos


Ana María Kaufman
María Elena Rodriguez

No existe una única tipología, sistemática y explicita. Estas tipologías reflejan en mayor o menor medida nuestras propias intuiciones como hablantes/oyentes de una lengua.
La necesidad de establecer tipologías claras y concisas obedece, fundamentalmente, a la intención de facilitar la producción y la interpretación de todos los textos que circulan en un determinado entorno social.

Ante la existencia de distintos tipos de textos como lo son los periodísticos, las noticias, artículos de opinión, crónicas columnas, entrevistas, textos literarios como lo son los cuentos, los poemas, las novelas, las obras de teatro por estas se construyeron tres momento, cuyos resultados son los siguientes: Selección de aquellos textos que aparecen con mayor frecuencia en la realidad social y escolar. Búsqueda de criterios de clasificación validos para un ordenamiento coherente y operativo de los textos seleccionados.

Caracterización lingüística  simple de los distintos tipos de texto, con los rasgos de mayor relevancia de cada uno de ellos, tanto en el nivel oracional como en el textual.
Los textos manifiestan las diferentes intenciones del emisor: buscan informar, convencer, seducir, entretener, sugerir estados de ánimo. Es posible categorizar los textos teniendo en cuenta la función del lenguaje que predomina en ellos. Los textos nunca se construyen en torno a una única función del lenguaje, siempre manifiestan todas las funciones, pero privilegian una.
Una de las funciones más importantes que cumplen los textos usados en el entorno escolar es la función de informar, la de hacer conocer el mundo real, posible o imaginado al cual se refiere el texto, con un lenguaje conciso y transparente. Los textos con predominio de la función literaria del lenguaje tienen una intencionalidad estética. La interpretación del texto literario obliga al lector a desentrañar el alcance y la significación de los distintos recursos usados y su incidencia en la funcionalidad estética del texto.

Los textos que privilegian la función apelativa del lenguaje intentan modificar comportamientos. Pueden incluir desde las ordenes más contundentes hasta las formulas de cortesía y los recursos de seducción más sutiles para llevar al receptor a aceptar lo que el autor le propone, a actuar de una determinada manera, a admitir como verdaderas sus premisas.

Los textos en los cuales predomina la función expresiva del lenguaje manifiestan la subjetividad del emisor, sus estados de ánimo, sus efectos, sus emociones. En estos textos se advierte una marcada tendencia a incluir palabras teñidas con matices afectivos y valorativos.

Los textos en los cuales predomina la trama narrativa presentan hechos o acciones en una secuencia temporal y causal. También es importante la distinción entre el autor y el narrador, es decir, la voz que relata dentro de textos.
Los textos con trama argumentativa comentan, explican, demuestran o confrontan ideas, conocimientos, opiniones, creencias o valoraciones. Se organizan en tres partes: una introducción en la que se presenta el tema, la problemática o se fija una posición; un desarrollo, a través del cual se encadenan informaciones mediante el empleo, en estructuras subordinadas, de los conectores lingüísticos requeridos por los diferentes esquemas lógicos o cognoscitivos y una conclusión.

Los textos de trama descriptiva son todos aquellos que presentan, preferentemente, las especificaciones y caracterizaciones de objetos, personas o procesos a través de una selección de sus rasgos distintivos.

En la trama conversacional aparece, en estilo directo, la interacción lingüística que se establece entre los distintos participantes de una situación comunicativa, quienes deben ajustarse a un turno de palabra.

Los textos epistolares buscan establecer una comunicación por escrito con un destinatario ausente, el cual aparece identificado en el texto a través del encabezamiento. Estos textos reconocen como portador a ese trozo de papel que se denomina carta en relación a las características que contiene el texto.

Presentan una estructura que se refleja claramente en su organismo espacial, cuyos componentes son: el encabezado, que consigna el lugar y el tiempo de la producción, los datos del destinatario y la formula de tratamiento empleada para establecer el contacto; el cuerpo, parte del texto en donde se desarrolla el mensaje, y la despedida, que incluye el saludo y la firma, a través de la cual se introduce el autor en el texto.


Los autores de este libro se proponen romper con esquemas tradicionales y mecanicistas mediante la incorporación en el aula de los textos del entorno social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario